La leche producida por mamíferos, incluidas vacas, perras y humanas, contiene lactosa. Por ello, todos los lactantes tienen en su sistema digestivo la enzima lactasa, responsable de descomponer la lactosa en glucosa y fructosa, sustancias que pueden ser fácilmente asimiladas por el organismo.
Cuando los lactantes dejan de consumir leche y comienzan a alimentarse de sólidos, la producción de lactasa disminuye significativamente, ya que generalmente los animales adultos no consumen leche ni productos lácteos, con la excepción de los humanos. Esta es una de las razones por las que los perros pueden ser intolerantes a la lactosa. Sin embargo, no todos los perros presentan esta intolerancia y algunos pueden consumir queso sin problemas.
¿Pueden los perros comer queso?
El queso es un producto derivado de la leche fermentada y existe en más de mil variedades. Aunque fue creado para conservar la leche por más tiempo, ahora forma parte esencial de diversas dietas humanas. Cuando incluimos un nuevo alimento en nuestra dieta, a menudo deseamos compartirlo con nuestros perros.
Hidratos de Carbono
Para un perro con cáncer, es recomendable una dieta baja en hidratos de carbono, y cuando se incluyan, estos deben ser complejos o de asimilación lenta. Las células cancerígenas utilizan el azúcar como fuente de energía para su reproducción, por lo que los hidratos de carbono simples pueden ser particularmente perjudiciales.
Las grasas no saturadas, especialmente el Omega 3, son beneficiosas para perros con cáncer, ya que pueden ayudar en la respuesta a la quimioterapia y mejorar el sistema inmunológico. Los ácidos grasos omega 3 también pueden inhibir la proliferación de células cancerosas.
¿Qué lácteos pueden consumir los perros?
Los perros pueden comer algunos productos lácteos en pequeñas cantidades, siempre que no sean intolerantes o alérgicos a ellos. El yogur es un producto lácteo que los perros pueden consumir, ya que contiene probióticos beneficiosos para su sistema digestivo. El queso cottage es otra opción, siendo bajo en grasa y rico en proteínas. Sin embargo, se debe evitar dar leche entera a los perros, ya que puede provocar diarrea o vómitos.
En general, se recomienda precaución al ofrecer queso a los perros. Aunque puede ser tolerado por algunos, el queso puede causar problemas digestivos, incluidos diarrea y vómitos. Si decides ofrecer queso a tu perro, hazlo con moderación y observa cualquier signo de malestar. Un consumo excesivo puede llevar a condiciones más graves, como la pancreatitis.