Los tumores de vejiga son recurrentes en perros y poco usuales en los gatos. La mayor parte son tumores epiteliales y malvados. El carcinoma de células transicionales de vejiga (CCT) es el mucho más recurrente en las dos especies. Las perras mayores (9-11 años) semejan estar predispuestas, asimismo las etnias pequeñas como los Scottish Terrier, que tienen hasta 20 ocasiones mayor peligro de padecer esta clase de tumor, tal como los Westies, Beagles y Fox Terriers que asimismo están sobrerrepresentados.
Signos clínicos: Síntomas como el extranjería, polaquiuria, hematuria, disuria, incontinencia urinaria, o cualquier combinación de los signos precedentes que aparezcan en perros geriátricos, y de manera especial en las etnias descritas previamente, tienen que comenzar viable lesión tumoral en la vejiga. En casos donde existe presencia de patología mucho más avanzada se puede palpar una masa en el abdomen caudal y advertirse anomalías en el examen rectal, como una uretra engrosada o ganglios linfáticos intrapélvicos/sublumbares agrandados. Si bien es menos recurrente, los pacientes tienen la posibilidad de enseñar cojeras de extremidades siguientes o extremidades calientes, hinchadas y dolorosas, gracias a una “osteopatía hipetrófica paraneoplásica”. A los perros, el CCT frecuenta perjudicar al trígono vesical, de ahí que la obstrucción de los uréteres y la uretra, tal como la invasión y la afectación del esfínter uretral son recurrentes. La patología mestásica se descubre en el instante del diagnóstico clínico en el diez-20% de los perros. Las ubicaciones más frecuentes de las metástasis tienen dentro ganglios linfáticos, pulmones, huesos y piel.
Tumor benigno y tumor malvado de vejiga.
La enorme mayoría de tumores de vejiga son malvados. El tumor de vejiga benigno es una extravagancia, de ahí que no tiende a ser una alternativa diagnóstica frecuente.
En la vejiga, el tumor «benigno» sería el tumor superficial, si bien varios no tienen nada de malvado. Por otro lado, el tumor que la multitud asocia con malvado sería el tumor infiltrante de vejiga.
¿CÓMO EVITAR ESTA CIRUGÍA EN MI PERRO O GATO?
La cistotomía es una cirugía veterinaria que se efectúa con bastante continuidad y que en varios de las situaciones posiblemente se pudiese haber eludido. La mejor forma de impedir la capacitación de cálculos es capitalizando en seleccionar un pienso de buenas fabricantes, contrastadas por veterinarios y de gama alta, los que están listos para contemplar las pretensiones que precisa el animal sin que se desaprovechen compuestos que se supriman por la orina.
Asimismo es buena opción efectuar controles mingitorios periódicos bianuales o cada un año si hubo antecedentes de cálculos mingitorios. Y más que nada proseguir las advertencias veterinarias en lo que se refiere al régimen de cistitis, completando el régimen cada día pautados para garantizar una perfeccionada curación de la vejiga.
TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PRÓSTATA EN PERROS
Es imposible llevar a cabo bastante para tratar el cáncer de próstata en perros. La castración puede reducir el peligro de desarrollar esta afección, pero jamás va a ser con la castración de que el cáncer se va a ir, sino se encuentra dentro de las reacciones precautorias que tenemos la posibilidad de tener para sostener a nuestros mejores amigos lejos del cáncer de próstata.
Otro régimen es la quimioterapia. La radiación puede asistir en determinada medida por el régimen del cáncer de próstata en perros. Esto puede hacerse para achicar la próstata del perro. No obstante, no es eficiente habitualmente y puede ocasionar las afecciones propias de un régimen tan belicoso (y que los humanos que tuvieron la necesidad de pasarlo lo saben realmente bien).