El recorte de las uñas de nuestro perro es una sección fundamental de su rutina regular de limpieza. Si son muchos largas tienen la posibilidad de romperse, clavarse o ofrecer rincón a una marcha irregular no obstante, ¿cuál es la forma correcta?, ¿de qué forma comprender precisamente dónde recortar?, ¿qué sucede si me paso?, ¿qué sucede si se pone inquieto? Ahora le ofrecemos los cinco elementos importante: 1. Asociar el corte de uñas a algo interesante. Tenemos la posibilidad de contribuir a nuestro perro a estudiar a tolerar e inclusive gozar del corte de uñas. Si le asocia a su gominola preferida, el comienzo del juego que mucho más le agrade o un recorrido, ¡el perro puede llegar a venerar ese instante! Por poner un ejemplo, tenemos la posibilidad de iniciar cortando o arreglando una uña y dándole ahora una pequeña gominola, y de esta forma consecutivamente hasta finalizar. Tras múltiples vivencias positivas, vamos a llegar a recortar todas y cada una de las uñas y el perro aguardará impaciente el premio solo en el final.
2. Tomarnos las cosas con tranquilidad. Lo último que deseamos es atemorizar a nuestro perro o que se ponga inquieto. Debemos recortar de forma lenta las uñas y también ir despacio. En ocasiones es preferible recortarlas medianamente hasta el momento en que no se acostumbre al desarrollo. Nos vamos a tomar tiempo plus y procuraremos que nuestra mascota esté en una posición que le resulte cómoda y no se sienta oprimida. Nosotros vamos a estar tranquilos, vamos a hablar en voz baja y también intentaremos producir un ámbito de relax en todo instante.
¿A Quién le agrada Que le suben la Panza?
La Dra.
Margaret Gruen, veterinaria conductista de la Escuela de Veterinaria de la Facultad de Carolina del Norte, destaca que, si bien tanto gatos como perros dan a conocer sus barrigas, sus causas son diferentes. Los gatos se recustan boca arriba en una situación a la protectora, lo que no es una convidación por el hecho de que le saben la barriga, al paso que los perros tienen otros fundamentos. “Los perros dan a conocer las panzas como una parte de una exhibe de sumisión, en ocasiones al jugar, y con la gente con las que se sienten cómodas”, dice la Dra. Gruen. Someterse no quiere decir que el perro no disfrute de que lo saben. Si el perro se siente cómodo con la persona que lo está permitiendo, en ocasiones se va a rodar sobre su lomo a fin de que tenga mejor ingreso a la barriga. “Semeja que estos perros gozan que les saben la barriga”, afirma. Un accionar diferente sucede en el momento en que un perro se rueda sobre su lomo tan rápido se le acerca alguien. “Quizá estos perros prueban un accionar de sumisión”, enseña la Dra. Gruen, “en especial si va acompañado de otras posiciones de sumisión, como bajar la cola o relamer el hocico”. En estas situaciones, cenar su barriga no es la mejor contestación, por lo menos no al comienzo, en tanto que el perro podría sentirse intimidado en el momento en que alguien se inclina por cenarlo. “Para estos perros, lo destacado para hacerles sentirse cómodos es bajar a su altura o ponerse en cuclillas y llamar al perro sin arrimarse”, afirma la doctora.
Una situación que afirma varias cosas
La situación que nuestro perro adopta pertenece a su lenguaje corporal y, en un caso así, nos puede estar diciendo 2 cosas bien diferentes; Llena seguridad y relajación o sumisión, si bien asimismo tienen la posibilidad de llevarlo a cabo por otras causas.
En el momento en que están relajados; Se encuentra dentro de las posiciones en las que se sienten mucho más cómodas y acostumbran a llevarlo a cabo en el momento en que están descansando en un espacio donde se sienten bien y confiados, en un espacio seguro en el que saben que absolutamente nadie les va a hacer daño y no han de estar en alarma.