Por Hugo Paradero / Télam
Hay que decirlo de entrada: los sembradores de este refrán le hacen quedar como la mona en el mono ¡Y sí! Pues bien podríamos meditar que esos monos inspiradores, que merodeaban encadenados a los organilleres, no bailaban por un interés económico, quizás lo hacían como una manera de desencadenarse.
Por dinero baila el perro – Concepto de la expresión
Entonces, ¿qué es lo que significa por dinero baila el perro? Mmmmm… El concepto así es que, si das dinero a un perro, el perro bailará. ¿Piensas que o sea viable? ¿Piensas que puede suceder?
Ya que yo he amado revisarlo. Esta mañana he salido a la calle, he buscado a un perro y le he dado 20€. Pero no ha bailado. Ha olido un tanto el billete, me ha mirado y movió un tanto la cola, pero solamente. Conque he cogido el billete de 20€ y he vuelto a casa. Claro, los perros no bailan por dinero.
Primer registro escrito de “por dinero baila el perro”
El refrán “por dinero baila el perro” procede de la tradición oral y se alardea que se edificó en España. Hay una amplia y extensa tradición refranera en este país que data del siglo XV, e inclusive de medites árabes del siglo XI y XII.
Los autores de poemas y canciones viejas populares en general son bien difíciles de detectar, en la situacion de un refrán la detección de su origen tiende a ser mucho más dudoso, en tanto que cuanto mucho más corta es la oración, mucho más de manera rápida es reproducida y su origen olvidado.
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El segundo origen de la presencia de los refranes procede de la literatura, poemas, oraciones bíblicas y cuentos que calaron a la sociedad. Por dinero baila el perro y no por el sonido que le hace el ciego. Se estima que puede proceder de España y datar de una fecha próxima por año 1830 o aun proceder de siglos precedentes. Todos los monos con cola se desplazan a 4 patas, así sea por el suelo o por los árboles.
Un dicho es un grupo de expresiones que expresa algo que no coincide con el sentido de esta forma de precisamente estas, pero sin tener carácter de sentencia o consejo. Por poner un ejemplo ‘no ofrecer el brazo a torcer’ o ‘dorar la píldora’. En el fondo, esta sentencia lo que significa es que una recompensa económica es con la aptitud de movilizar a los individuos a llevar a cabo aun las cosas considerablemente más poco comunes, como ponerse a un perro a bailar.