por donde acariciar a un perro si no te conoce

Si deseas que tu perro te desee aún mucho más, haz un paseo de caricias y rascado por las ubicaciones que te expondremos y vas a ver de qué manera se regresa orate de contento.

En lo que sería su espalda (el lomo), acercándote a la cola, o sea, a la base de exactamente la misma, hay una región que los perros estiman que le rasquen.

¿Es malo mimar bastante a los perros?

No, no hay nada malo en acariciar a tu perro tanto como deseen. Las caricias son muy buenas para los dos, estrechan sus vínculos y, como es natural, ¡son muy agradables!

Acariciar bastante a un perro no guarda relación con consentirlo en demasía o tratarlo tal y como si fuera un niño (vistiéndolo, llevándolo en una carretilla…), prácticas que sí deberías eludir.

Acércate cuidadosamente

Si el animal está solo en la calle, o si está al lado de su amo, has de ser cuidadosísimo con tus movimientos, para eludir asustarlo o que desee agredir. Ten presente que esos perros que están atados o llevan correa son mucho más propensos a gruñir o morder, exactamente la misma si están comiendo o tienen algún objeto o juguete cerca… ¡y especialmente si están resguardando a sus perros chiquitos!

Puedes agacharte o ponerte en cuclillas para estar cerca de su nivel y siempre y en todo momento de cara al animal, ya que de este modo te puede ver en todo instante. Estira de a poco la mano y el brazo hacia el perro y también identifica su reacción. Nada de ruidos, chillidos ni movimientos bruscos. Deja que te olvide la mano clausurada a fin de que sepa cuáles son tus pretenciones.

Usa las Palmas de las Manos

Para acariciar a tu perro, usa las palmas de las manos para eludir que lesiones tu mascota. Ofrecer ligeras palmaditas o acariciar en movimientos circulares crea una sensación de relajación y confort.

Es esencial mimar a tu perro con moderación. Si lo haces bastante, tu mascota podría volverse bastante deseosa. Si no semeja gozar de la actividad, mejor que dejes de acariciarla.

La regla de los 5 segundos

Frente a la duda, además de esto, con las caricias lo poseemos simple. Una aceptable opción es dejar de mimar a lo largo de unos segundos y ver de qué forma responde el animal. Si el perro está gozando, nos solicitará que prosigamos con el hocico, las patas o el lenguaje corporal. Por contra, si toma distancia o no hay ningún género de demanda, deberíamos ofrecerle espacio y tiempo antes de un nuevo contacto.

Una publicación compartida de Javier Ruiz / Dog Ventura (@jruiz.dogventura)

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