Tal como los humanos, las mascotas precisan estar bien hidratadas para tener una aceptable salud y efectuar sus ocupaciones cotidianas, la carencia de disponibilidad de agua tal como su disponibilidad van a marcar gran diferencia en el confort de su mascota . El agua representa entre el 60 y el 70% del peso de una mascota adulta, es el nutriente más esencial para la supervivencia de las mascotas ya que les deja desarrollar procesos químicos que garantiza la salud de sus tejidos mucho más esenciales, complementariamente, deja el transporte de nutrientes y la regulación de la temperatura. Por otro lado, en el desarrollo de digestión, el agua deja que la comida sea mucho más simple de digerir. Todas y cada una de las mascotas tienen la necesidad de tomar agua y sostenerse humedecidos, la proporción de agua que debe tomar cada mascota es dependiente del peso, tamaño, estado de salud y nivel de actividad física. Carlos Cifuentes, veterinario de Pet Food Institute sugiere que los gatos y perros de media tienen que tomar entre 50 a cien ml por kg de peso del cuerpo, si bien esto puede cambiar según múltiples componentes, como géneros de comida que se proporciona puesto que los concentrados tienen un 5-diez% de agua y la comida envasada o húmeda entre el 60 a 80%. Asimismo es dependiente del estado de salud de la mascota, puesto que hay patologías cardiacas, nefríticos o pulmonares que limitan esa cantidad. Si la mascota padece una patología metabólica como diabetes o hiperadrenocorticismo, va a aumentar el consumo de agua substancialmente, tal como tratamientos con fármacos tipo corticoides.
Posibilita la digestión
El agua asiste para que los alimentos ingeridos sean digeridos prestando asistencia a la secreción de los jugos gástricos. Los desperdicios de la digestión asimismo precisan agua para conformar el bolo fecal y ser eliminados del cuerpo de tu perro sin inconvenientes. La falta de agua puede lograr que tu amigo tenga inconvenientes para defecar, mal e inclusive sangrado del ano.
Para eludir la deshidratación, cerciórate de que tu peludo tenga siempre y en todo momento agua fría y limpia predisposición, lava su plato recurrentemente y corrobora que esté a una temperatura que sea interesante de tomar. En invierno puedes entibiar un tanto su agua a fin de que no esté increíblemente fría o con escarcha y en verano puedes añadir unos cubos de hielo a fin de que no esté tibia. Jamás olvides llevar agua fría para ti y tu peludo en el momento en que vayan de recorrido.