Los resultados positivos de la Terapia Asistida con Animales para pequeños tienen la posibilidad de ser variadísimos: los mucho más relevantes son:
- Aumento de la atención y la concentración, puesto que la mascota se transforma en un centro de interés. Un niño con déficit de atención puede trabajar concentrado a lo largo de mucho más tiempo con un perro, por poner un ejemplo. Visto que el niño ignore de qué manera va a reaccionar la mascota puede ocasionar una optimización de los escenarios de atención.
- Sube el estado anímico. Un perro o un gato acostumbran a dar alegría en el momento en que nos enlazamos con ellos.
- Incremento de la actividad física. Paseos, juegos…
- Creación de links: la existencia de un perro puede influir de forma positiva en la comunicación y cohesión entre los integrantes de un conjunto.
- Optimización de las capacidades sociales: La relación que se establece entre el niño y la mascota ayuda a la optimización de las relaciones sociales, aparte de la compromiso que piensa en el momento en que le hacemos que se encargue. En la situacion de pequeños autistas, que tienen adversidades para el contacto afectivo, el trabajo se enfoca bastante en las capacidades sociales. La interacción con la mascota asistencia al niño a comprender sus conmuevas y poder expresarlas.
- Disminuye la agresividad y el agobio.
- Optimización de la Un ámbito que cuente con la existencia de un perro de terapia resulta mucho más caluroso y tranquilizador para el niño, puesto que el perro no le juzgará ni se corregirá como lo haría un adulto, sino es un recurso que se utiliza para trabajar en su beneficio. Además de esto, en el momento en que el niño verifica que puede responsabilizarse de una mascota, optimización su autovaloración, especialmente si es retribuido por este motivo.
- Disminución de la impulsividad, optimización de la autodisciplina y del respeto por las reglas sociales: Un niño que debe aguardar su turno en un conjunto para acariciar o peinar a la mascota o que deba proseguir unas normas para llevarlo a cabo, deja trabajar el rastreo de reglas, o las autoinstrucciones en el momento en que trata de instruir algo al perro.
- Optimización el trabajo en grupo.
El autismo y las terapias con perros
Si bien hablamos de un trastorno del neurodesarrollo que hoy día no protege, merced a las terapias asistidas con animales se logra una mejor evolución y progresos en la gente perjudicadas. Los perros, en un caso así, alcanzan lo que a un humano le resulta mucho más bien difícil: entablar un vínculo sensible con alguien que vive en la mayoría de los casos en su planeta interior.
Esta clase de terapias contribuyen provecho a nivel psicológico, cognitivo y psicomotriz, prestando asistencia además de esto a progresar la comunicación y la socialización de los pacientes.
Pequeños con autismo, ¿de qué manera se sienten?
Para comprender los gigantes provecho de los perros para pequeños con autismo, es requisito comprender que el autismo es un trastorno neurológico que hace difícil las relaciones sociales y la aptitud de comunicación. Comunmente estos trastornos del fantasma autista (TEA) acostumbran a advertirse antes de los 3 años pues se les nota ciertas destrezas, si bien no hay un patrón ni una sintomatología común a todos. Sencillamente, cada niño autista es distinto.
Optimización la tolerancia a la frustración
Hablamos de entre los enormes propiedades de la terapia con perros. Ya que el animal sirve de anclaje para el niño y le impide escaparse, incrementa el tiempo de espera en la situación desapacible y de esta forma optimización la tolerancia a la frustración.
Conforme el perro pasa a ser parte de la vida del niño con autismo, el trueque entre ellos es mucho más recurrente y la relación se hace más fuerte. En verdad, no es extraño conseguir al niño acariciando al perro o mirándolo fijamente. Esta clase de contacto con el animal abre el sendero al contacto humano.
TERAPIA ASISTIDA POR ANIMALES A TEA
La Terapia Asistida por Animales (TAA) se define como: una intervención desarrollada para progresar el desempeño cognitivo, físico, popular y sensible de un tolerante, con objetivos concretos y acotados en el tiempo en el que participa un animal con criterios por defecto como parte importante para un régimen, para conseguir provecho físicos, sociales, cognitivos y sentimentales.
Como apunte interesante…. En lo que se refiere a los antecedentes de las TAA, la utilización de perros en terapias para pequeños se estima que se inició en el momento en que Boris M. Levinson (1965), psiquiatra infantil, identificó por mero incidente las características terapéuticas del perro. Descubrió inesperadamente la aptitud como co-terapeuta de su perro al recibir una visita no programada en su solicitud. Observó de qué forma su tolerante, que presentaba arduos problemas de retraimiento, reaccionaba de forma positiva a la presencia del perro. De ahí que, decidió incorporarlo a sus sesiones, verificando una enorme optimización en el estado mental de sus pacientes. Esto le impulsó a hacer una investigación sobre el tema, considerada actualmente, como las bases de las terapias con animales.