Según el departamento de salud del gobierno federal estadounidense, CDC por sus iniciales en inglés, precisamente 4.5 miles de individuos son mordidas por perros en el país de año en año y un quinto necesita atención médica.
Los pequeños son las víctimas mucho más usuales. La mitad de las víctimas de mordedura tienen menos de 13 años. Lo mucho más agravante es que los pequeños son considerablemente más propensos a ser dificultosamente heridos por mordeduras caninas gracias a su pequeño tamaño y por el hecho de que no tienen idea de qué manera interaccionar con perros.
La agresividad, una parte del lenguaje canino
Ocasionalmente, está bien rememorar qué son los perros: familiares muy próximos del lobo y, por consiguiente, predadores en su origen.
En verdad, la edición mucho más de hoy del Mammal Species of the World, lanzada por el American Society of Mamalogists y el Smithsonian Institute de Washington, clasifica al perro familiar como canis lupus familiaris, esto es, como una subespecie de lobo. La Mamal Species of the World es la clasificación de referencia en todo el mundo en lo que se refiere a mamíferos.
¿Por qué razón mi perro agrede a otros perros?
No es frecuente que un perro ataque a todos los otros perros que esté. Este accionar puede obedecer a distintas causas: la herencia, la educación, la carencia de socialización, la carencia de liderazgo desde nuestro lugar…
Antes de agredir, es simple que el perro amenace a su contrincante. Por norma general, hablamos de un pseudoataque, en el que el perro amenaza a su contrincante sin tocarlo. Esta clase de actuación responde a los mecanismos de agresividad, inhibición y apaciguamiento, con expresiones bien establecidas en todos y cada caso. Un perro amenaza a otro enseñando los dientes y gruñendo. Es una señal de observación que frecuenta terminar sin secuelas serias.
Conclusión
Una conducta combativa en nuestra mascota tiene la posibilidad de tener diversas razones, pero asimismo existen muchas maneras de redirigir su accionar. Si todavía, poniendo en práctica todos y cada uno de los consejos dados, nuestro perro o gato persiste y prosigue incidiendo en morder, es muy posible que existan causas físicas o sentimentales que lo expliquen. Por consiguiente, la opción mejor es asistir a su clínica veterinaria de seguridad para hacerle una revisión general. Es preferible impedir que sanar.
Las interferencias en la comunicación
Y como el tema de la comunicación en estas situaciones es más esencial de lo que consigas llegar a imaginar, el primero de los varios consejos que te voy a dar es que arregles el “canal de comunicación” que tienes con tu perro.
Me explico, en el momento en que te diriges dándole una explicación o una riña, hay tantas “interferencias” que resulta realmente difícil que logres que se calme y te lleve a cabo caso, bien por el hecho de que no comprende el mensaje o por el hecho de que no se lo «explicas» como toca.