- En el transcurso de un tiempo hay que dejar de mostrar al perro al estímulo que le hace este agobio, al unísono que se le ejercita física y mentalmente mediante ejercicios de obediencia. Para, de este modo, llevar al perro a un nivel mucho más próximo al equilibrio sensible.
- El próximo paso es efectuar un trabajo de desensibilización y contracondicionamiento: se introduce a lo largo del recorrido el estímulo desencadenante a una distancia bastante a fin de que el perro lo note pero lo permita (sin llegar jamás a ocasionar la máxima reacción) . clave está en distraer al perro con algún objeto, comida, expresiones agradables y/o entrenar ejercicios de obediencia (por ej. el LADO), esto es, enfocar su atención al guía que transporta la correa.
- En el momento en que el estímulo haya pasado y que el perro haya logrado lo que deseaba que se alejase, y que el perro no haya descontrolado su conducta, hay que felicitarle efusivamente con juego y caricias.
- Es un trabajo en un largo plazo que es requisito entrenar cada día, con la meta de ir acortando la distancia paulativamente al estímulo a fin de que en el final logre estar el perro cerca sin generarse la reacción.
Lo idóneo, si se tiene un perro con este inconveniente, es contactar con un experto en modificación de conducta canina para hacer un óptimo diagnóstico, en tanto que cada caso es diferente y poder ofrecer una solución concreta.
¿Por qué razón atacan a ciertos perros?
Antes de comenzar es esencial comprender la razón por la cual puede ocurrir la agresión. Muchas veces el ataque puede ser resultado del instinto de caza de la mascota. En otras ocasiones puede ser un perro que protege su territorio.
Esto no significa que haya perros que por instinto nos ven como amenaza o como presa. Mucho más bien es un mal hábito aprendido. Es un desarrollo que empieza con un fácil ladrido, conforme el perro va sintiendo mucho más seguridad avanza a persecuciones y puede escalar hasta transformarse en asaltos fieros.
¿Por qué razón los perros persiguen bicicletas, motocicletas o gente corriente?
Este accionar obedece a múltiples fundamentos, y lo esencial para solucionar el inconveniente es detectar qué lo causa. Las 4 causas más frecuentes son:
1.- Por diversión: Aguardar la presa y en el momento en que está al alcance o prácticamente rebasada, comenzar a ladrar descomedidamente y correr tras bicicletas, patinadores, monopatines, motocicletas, turismos o personas corriente es una manera de diversión y juego para bastantes perros, singularmente en el momento en que son perros chiquitos o jóvenes. En el origen de este accionar está el aburrimiento, el agobio o la ansiedad por carecer de estímulos físicos y mentales a fin de que el perro se sienta bien, de manera equilibrada. 2.- Gracias a la agresividad por temor: Aquí el instinto que domina es perseguir a una presa que les causa temor, en tanto que estos perros experimentan una sensación de riesgo o de pavor frente a la agilidad y brusquedad del movimiento de bicicletas, patines o motocicletas y reaccionan instintivamente, de manera principal, ahora menudo combativa, hacia ese estímulo. Asimismo es recurrente en perros que han sufrido un episodio traumático, como un atropello. 3.- Por carecer de socialización dadas estas ocasiones: Que se aprecia singularmente en perros que desde perros chiquitos no tuvieron contacto con estos elementos, es mucho más frecuente en los perros “no urbanitas”. 4.- Por territorialidad: Es recurrente que este accionar ocurra en perros que viven en viviendas con jardín o con un espacio que da al exterior: recorren infatigablemente `su perímetro’ y en relación sienten o ven manifestarse estos automóviles o personas corriente cerca de ` su propiedad activan este accionar para proteger su territorio.
1 – El temor y la territorialidad de los perros Vs. El instinto de caza
Aquí disponemos los 2 componentes primordiales que empujan a tu perro y activan su instinto de caza, el temor y la territorialidad. En dependencia de de qué manera lo identifiques, trabajarás el inconveniente de una forma u otra por el hecho de que NO todo sirve para todos. Si se amedrenta es por temor, si no se amedrenta es por territorialidad. Lo vamos observando.
¿El temor? Si, si bien cueste creerlo pues no lo semeja, el temor es la causa mucho más presente y no le deja pasear relajado, tiene todo el tiempo en estado de alarma provocando enormes dosis de agobio. Esto le irrita bastante y en el momento en que sucede cerca algo que se desplaza mucho más veloz de lo que es con la capacidad de aguantar, se enfada y sale de él la fiera que transporta dentro, ladrando, gruñiendo y demandando que se vaya pues representa una amenaza , que a propósito, la siente tal y como si fuera real si bien sea un vecino.
No le pegues
Varios corredores en la mitad del miedo a ser atacados eligen por coger un palo y pegarlo al perro. No obstante, esta alternativa puede ser dañina por el hecho de que el mero hecho de usar elementos para atacarle motivará al animal a defenderse. Si deseas sentirte mucho más seguro puedes distraerlo arrojándole algún objeto que logre morder.
Si deseas estar mucho más relajado puedes usar la bicicleta como escudo asegurador y ponerla en medio como barrera para evitar que el canino gaste su ataque. Soporta un tanto mucho más y mantén la tranquilidad hasta el momento en que deje de ladrar y al final se vaya.