Duchar a un perro no es nada fácil, simple ni simple, y desde el momento en que es el instante de llevarlo a la regadera o al rincón donde bañarlo, el perro se pone realmente difícil, bueno, cuando menos de esta manera pasa siempre y en todo momento con mis perros, y es así un espectáculo de pago por acontecimiento, duchar a estos perros que detestan el baño, pero gozan de estar limpios.
De todos modos, mojar a mis perros es un circo, pero este espectáculo no termina con el baño, y tras este entran en un desquiciado frenesí de energía, tal y como si se hubiesen vuelto locos tras bañarse y corren a alta velocidad por la vivienda, se detienen de súbito, dan vueltas, brincan a la cama, la butaca, su recera, en resumen, lo que tengan cerca para frotarse con enorme energía, no obstante, ¿por qué razón lo hacen? ¿por qué razón se vuelven locos?
Para marcar territorio (poco recurrente)
En el momento en que los perros frotan con las almohadillas de las patas una área dejan libre un fragancia que queda empapado sobre esta. De esta manera consiguen dejar su “marca personal” que usan ciertos casos para reclamar este territorio como propio. Este accionar frecuenta efectuarse sobre el sofá o nuestra cama, donde están mucho más presentes nuestros fragancias o los de otros pobladores de la vivienda. Puede suceder en el momento en que un nuevo integrante llega a la vivienda o en el momento en que se generan cambios esenciales en tu casa. No obstante, este fundamento no es el mucho más recurrente.
Una de las razones por las cuales tu perro rasca las superficies es por un instinto natural. Anteriormente en su periodo como animal salvaje estos escarbaban en tierra para cavar sus madrigueras y resguardar a ellos ahora sus perros chiquitos de las inclemencias del tiempo y de otros predadores. Actualmente con la seguridad con la que cuenta el perro familiar carece de sentido que furben para hacer un ubicación para protegerse, pero es lo que sus ancestros hicieron a lo largo de cientos de años y ese instinto les llegó hasta nuestros días.
Desea ocultar algo
Exactamente la misma hacen en un jardín, en el momento en que sienten que algo es esencial, desean guardarlo y ocultarlo para resguardarlo. Tienen la posibilidad de llevarlo a cabo con comida o con sus juguetes preferidos.
Como resulta lógico en el hogar no lograrán lo mismo que, por servirnos de un ejemplo, en la tierra pero aún de esta forma hallarán la forma de salvaguardar sus cosas en distintas sitios como entre almohadas del sofá o bajo su cama. En un caso así, no debería haber inconveniente, siempre y cuando no rompa o estropee nada.