Que Francia tiene un inconveniente con la inmigración es bastante indiscutible. Desde meses atrás extraña es la semana donde alguna localidad francesa no vive altercados o graves altercados por combates con múltiples comunidades. En Nochebuena le tocó el momento a París, que vivió una noche horrible con graves combates entre la policía y los inmigrantes kurdos que salieron a abrasar la calle en queja por los tres homicidos racistas de un hombre que confesó que les cometió «por odio a los inmigrantes».
<p id="m1985-1-1986" La fiscalía de París inspecciona a los tres homicidos y ha incluido al agravante de racismo en los cargos contra el detenido, un hombre de 69 años, que por el momento se encara a acusaciones de homicidio, intento de homicidio, crueldad facultativa y también infracción a las reglas de tenencia de armas. Pero los estudiosos todavía no pudieron detallar una relación entre el creador del tiroteo y la red social kurda, con lo que no le trata como atentado terrorista. Esto ha enfurecido a la red social de kurdos, que este domingo salieron en miles a protestar en las calles de París. Pero la queja acabó en graves altercados, con turismos quemados y combates con los agentes de policía.
El relamido como medio
No solo hablamos de un beso. Relamer asimismo es una herramienta multifacética que semeja jugar varios permisos en el accionar canino y, consecuentemente, tiende a muchas interpretaciones diferentes. Si bien todavía hay bastante enfrentamiento sobre esto, te alistamos ciertas teorías mucho más admitidas.
- Relamer es un instinto natural en los caninos. En el momento en que una madre lame a sus perros chiquitos y sus perros chiquitos se lamen entre sí a lo largo de el lapso de la limpieza y otras relaciones sociales, nos encontramos observando el accionar de relamido más especial en los perros. En verdad, este accionar se considera como base para todas las otras resoluciones de relamido que toma un perro. («Mamá me lamió en este momento yo te levanto…»)
- Asimismo puede ser una herramienta para apaciguar y eludir enfrentamientos. Esta conducta fué observada en lobos, predecesores salvajes de los perros. Esto hace meditar que han heredado la conducta. En ocasiones, emplean esta conducta en nosotros, pero tienen la posibilidad de llevarlo a cabo si observan que nos encontramos airados.
- Relamer puede jugar un papel en la petición de elementos, como en el momento en que los perros chiquitos lamen a sus mamás como un precursor de la nutrición o en el momento en que los integrantes de la manada de menor rango lamen a sus superiores con la promesa de recibir una convidación para comer tomas comunales.
- Es solo otra herramienta sensorial, dicen ciertos estudiosos. Relamer (y saborear) es como tender la mano y tocar algo, una suerte de exploración babosa.
- El accionar canino de búsqueda de atención de manera frecuente tiene dentro la lengua. Los perros con frecuencia te lamen para llamar tu atención o como un fácil saludo. Es tal y como si afirmaran “Hey, estoy aquí, prestémate atención.»
- Relamer puede ser una manera de jugar.
- Habitualmente, relamer es un accionar aprendido. Los perros aprenden que en el momento en que lamen sus dueños reciben mucho más atención, con lo que llegan a integrar el relamido en poco a poco más de sus hábitos diarios.
El relamido compulsivo, el trastorno más habitual
El relamido compulsivo de alguna región de su cuerpo, eminentemente la región del carpo de las extremidades precedentes, los dedos o las almohadillas y/o el tares de las traseras, es indudablemente la compulsión más frecuente a los perros. Es en especial grave puesto que frecuenta derivar en dermatitis acral por relamido, granuloma de relamido o forunculosis acral, que causan lesiones de cuenta, si no se solventa a tiempo.
Siempre y en todo momento hay que efectuar una revisión intensamente del perro para descartar procesos dermatológicos, lesiones o presencia de cuerpos extraños como origen de esta conducta tan autolesionante para el perro.
Lamerse el hocico supone tranquilidad
Lamerse el hocico tiende a ser un ademán de apaciguamiento. De esta forma, este ademán lo hacen en el momento en que se sienten estresados y/o incómodos por algo que pasa a su alrededor, que perciben como una amenaza.
Un caso de muestra de esto se puede observar en los perros que son reñidos en el momento en que sus dueños vuelven a casa tras haber vivido todo el día solos y están con que el perro hizo alguna fechoría o tuvo percance .
Géneros de lesiones en perros
Los perros tienen la posibilidad de dañarse de distintas formas, bien sea dando paseos o jugando en el hogar, y las lesiones causadas tienen la posibilidad de ser aproximadamente graves. Observemos de qué manera se clasifican las lesiones en perros:
- Lesiones abiertas: Son aquellas en las que se rompe la piel y aflora sangre en mayor o menor cantidad (se puede intentar cortes, rasguños…).
- Lesiones cerradas: Son aquellas en las que la piel no llega a romperse y, por consiguiente, la sangre se queda amontonada. Se identifican sencillamente ya que la región tiende a inflamarse, se enrojece y después va mudando de color según la hemorragia se marcha disolviendo (rojizo-morado, verde-amarillento…).
- Lesiones con puntos: Aquellas lesiones que quedan tras pasar por quirófano donde se hizo un corte que, más tarde, se ha suturado para hacer más simple la cicatrización.
- Fracturas: Hay rotura o fisura de un hueso, que puede quedar expuesto o no (por consiguiente, asimismo tienen la posibilidad de ser abiertas o cerradas).
- Quemaduras: Lesiones en los tejidos orgánicos que se generan por el fuego, la fricción, un suelo o substancias muy calientes o ciertas substancias químicas cáusticas. Tienen la posibilidad de ser de distinto nivel (y gravedad) dependiendo de la cubierta de la piel que afecte y de la causa que la provoque.